Es importante saber la diferencia entre alucinaciones, delirios y paranoia. En este momento, hablaremos sobre las alucinaciones en la Demencia, cómo identificarlas y lo que puedes hacer si se presentan en casa.
Durante el día, muchas personas con demencia parecen confundidas y son más torpes, tropezando con los escalones o golpeándose los brazos contra las puertas.
Por la noche, otros pueden estar despiertos gritando y jurando que pueden ver a alguien en su habitación. No todas las personas experimentan las mismas visiones.
Identificación de alucinaciones, delirios y paranoia
Alucinaciones
Una alucinación puede presentarse visual, audible o tácticamente. Es una visión o un sonido que no existe. Por ejemplo, las personas que experimentan una alucinación pueden escuchar música o ver insectos en el suelo.
Si este es un síntoma relativamente nuevo, comuníqueselo al médico de cabecera. Desafortunadamente, las alucinaciones también son un efecto secundario de muchos medicamentos recetados a las personas mayores.
Delirios
Este es un síntoma común de la demencia. Son falsas creencias, tales como la idea de que alguien está en su contra o que una canción les envía mensajes secretos.
Paranoia
Es una especie de delirio sospechoso de que alguien confabula en su contra o los persigue. Se caracteriza por la aparición de ideas fijas, obsesivas y absurdas, basadas en hechos falsos o infundados, sin pérdida de la conciencia ni alucinaciones.
¿Qué no hacer?
Ira: No levantes la voz ni asustes más a tus familiares. No son conscientes de la realidad.
Frustración: Es difícil frustrarse cuando la otra persona no entiende razones. Trata de ponerte en su mente y darte cuenta de que todo lo que quisieras en este momento es sentirte seguro y protegido.
Incredulidad: si tus familiares mayores vienen a ti en medio de la noche para luchar contra los extraños en la casa, no los ignores. Las imágenes que están viendo se sienten reales y, en ese momento, su vida se siente en peligro. Decirles que ignoren la imagen no es útil y solo los obligará a estar más irritables.
¿Qué hacer?
Paciencia: si están notablemente agitados y asustados, ten paciencia mientras explican su experiencia.
Comprensión: después de que le hayan explicado lo que está pasando, concéntrate en comprender sus emociones. En ese momento, estarán asustados e incómodos. No ignores sus sentimientos o experiencias.
Validación: Tranquilízalos y diles que los ayudarás. Reiterar que están a salvo. Dependiendo de las imágenes, haz tu mejor esfuerzo para despejar la habitación.
Redirección: distráigalos con otra cosa o elimina físicamente las barreras que su mente está distorsionando. Especialmente en su dormitorio, retira cualquier objeto que pueda crear sombras en la noche o espejos.
Finalmente
Estar al pendiente 24/7 es imposible para las familias que necesitan seguir yendo al trabajo o la escuela.
Por mucha paciencia y cariño que tengamos, es imposible estar al pendiente durante el día o estar en vela toda la noche cuidando a nuestro familiar y luego realizar las tareas diarias de forma normal y productiva.
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